Un Certificado de No Infracción Urbanística es un documento mediante el cual la delegación de Urbanismo pertinente nos informa de la existencia o no de expedientes de disciplina de infracción urbanística u órdenes de demolición de un bien inmueble. El documento garantiza la legalidad de obra de un inmueble y certifica que no posee ningún expediente abierto por infracción urbanística. El certificado se puede pedir en la delegación de Urbanismo del ayuntamiento del municipio en cuestión.
¿Cuándo es especialmente aconsejable pedirlo? En propiedades en las que la propiedad en sí, la construcción, está declarada por antigüedad y no por licencia de fin de obra, que es el procedimiento habitual. Es decir, en aquellas que, en su momento, fueron construidas sin licencia (o bien porque en ese momento no era necesario o bien porque no se pidió) y más tarde fueron declaradas en escritura.
El Certificado de No Infracción Urbanística es fundamental por diversas razones. En primer lugar, confirma que la propiedad cumple con las regulaciones urbanísticas y de zonificación en la localidad en la que se encuentra. Comprobar que no existen infracciones es esencial para garantizar que la propiedad es legal y cumple con las normativas locales, lo que proporciona una base sólida para cualquier transacción inmobiliaria.
Cuando se pretende alquilar una vivienda con fines turísticos, el Certificado de No Infracción Urbanística puede ser necesario, ya que demuestra que la propiedad está autorizada para ese uso y cumple con las regulaciones específicas para alojamientos turísticos. Esto es crucial para cumplir con la legalidad y evitar problemas con las autoridades.
Además, este certificado brinda seguridad jurídica al comprador o arrendatario, al asegurarse de que no existen problemas legales pendientes o sanciones relacionadas con el uso de la propiedad. Esto ayuda a evitar sorpresas desagradables en el futuro y protege la inversión.
En caso de infracción urbanística grave que no se pueda revertir o corregir según las regulaciones locales, las autoridades municipales pueden emitir una orden de derribo. Esto implica que la construcción ilegal o el uso inadecuado de la propiedad debe ser demolida o restaurada a su estado original, de acuerdo con las normativas urbanísticas y de zonificación aplicables. Las órdenes de derribo son una medida extrema que se toma cuando no se pueden encontrar soluciones alternativas. La gravedad de la infracción y las leyes locales influyen en cómo se aplica esta medida. Por tanto, es esencial asegurarse de que una propiedad cumple con las regulaciones antes de cualquier compra o alquiler para evitar problemas legales y financieros significativos en el futuro.